Por Cachos de anacos de trosos de pedasos de cousas
(Escucha la canción del vídeo mientras lees esto)
Saludos desde el fin del mundo a todo aquel que por casualidades del azar ha acabado en este rincón del ciberespacio, un placer ser leído por ti.
La verdad, no tengo nada de lo que hablar en estos momentos, así que si no te importa simplemente dejaré mi mente divagar y fluir.
22:22. Una hora curiosa. Curiosa porque no es real. Porque solo es un número; una idealización; un garabato al que le atribuimos un significado y por el cual nos guiamos. Sí, en la esquina de mi pantalla marca(aba) ese número, pero ¿en el tuyo?
Además, ¿decía algo? ¿Habría cambiado algo que el reloj rezara en ese mismo instante un número menos curioso?
Sí, que habría escrito sobre otra cosa. Pero eso no tiene que ver con la hora que es.
Aún así, funciona.
Así que, ¿A quién le importa que no sea real?
A mí no.
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